SRES. Y SRAS. DEL JURADO...
Es curioso como en un instante... en una milésima de segundo, puedes recuperar la sensación, el olor, la ilusión y el nerviosismo de la primera vez. Cuatro meses después vuelvo a reencontrarme con el procedimiento del Tribunal del Jurado ...
No sé qué le llevó a decidir que yo haría las sesiones del juicio oral de aquel asunto; hoy sólo valoro el recuerdo de haber vivido los mejores momentos de mi vida profesional. Cuando he coincidido con compañeros que están viviendo la experiencia se me acelera la respiración y siento una envidia tan sana como sólo una pura envidia puede permitir.
La elección del Jurado fue pretender convertirse en la psicóloga que no soy. Quién puede tener el secreto de elegir a quien te dará la razón... Ese mismo día todos los miembros reorganizaron su vida por quince días ... "avui no m'espereu per sopar" y mi emoción superó los límites de cuanto había imaginado.
Alguien me ha dicho más de una vez que eso del Jurado no lo ve muy claro... hay que vivir y sentir cuanto significa y confiar en el criterio de todos los miembros, un criterio lógico, meditado y humano, sin duda alguna.
Recuerdo casi todos los días de los quince... pero no recuerdo ninguna noche. Entrar en casa, repasar las pruebas del día siguiente y quedarme dormida en el sofá. Repasé el esquema de mi informe en el undécimo día, con dolor de pies de tanto caminar intentando memorizar cuantos puntos quería tratar...lloré en las escaleras de la catedral cuando sentí su voz al otro lado del teléfono, por sentirme lejos de ellos, un poco sola, y por sentir, a base de latidos, que había conseguido cuanto quería.
Gràcies Lluis.
2 comentarios:
Yo recuerdo el día antes, cuando sentada en tu despacho, yo al otro lado de la mesa, atónita escuchando con muchísima atención cada una de las palabras que decías, porque sabía que esa era la única oportunidad que tendría para "verte en acción", para hacerme una idea de como lo harías al día siguiente, de lo bien que lo harías... Dejaste ir con naturalidad cuál sería tu discurso ante todas aquellas personas, que sin saber quien era aquella señorita que se les presentaba como Letrada acabaría siendo alguien para felicitar y admirar. Un nombre que aparecería en las conversaciones de esas noches en las que explicas cosas interesantes que te han pasado en la vida. Una persona que supo ganarse el respeto de mucha gente, el mío el primero...
Por demostrar que si luchas por lo que crees al final es tuyo.
Un besino.
Muchas noches sin dormir, los nervios de los exámenes, el sentirse insignificante entre la multitud de estudiantes que buscan tu mismo sueño, notas, profesores, sufrimiento, el preguntarse ¿cómo puedo llegar a cumplir mi objetivo, en un mundo tan competitivo?.
Y cuando por fin acabas, te das cuenta que prácticamente no tienes nada, y que comienzas de nuevo, esta vez en la carrera laboral, mucho más complicada que la anterior, la docente. Por tu afán y tus ganas de ser lo que siempre quisiste consigues un puesto, pero de nuevo comienzan las agunstias, las preocupaciones, los nervios... comienza una nueva etapa, la de mantenerse e ir creciendo poco a poco entre los de tu especie (porque siempre quisiste ser una de la especie), la de ir luchando día a día y ganarse la vida a cada paso que des.
Por lo que cuentas, la experiencia del jurado fue la culminación de muchas cosas, el final de una etapa de etapas.
Cuentas que sufriste, que lloraste, que intentaste convencer, que viviste, que gozaste. Sólo alguien que, mediante una experiencia como la tuya, puede ponerle cara, fecha y hora a lo que siempre deseó, puede sentir lo que tú seguramente sentiste y la satisfacción que sentirías de vuelta a casa cuando acabaste, una sensación al alcance de muy pocos y que no tiene parangón con nada.
Estoy seguro que cuando intentaste convencer al jurado las palabras no salían de tu cabeza, tan racional, calculada y fría; venían de un lugar mucho más interior, que no sabría localizar, entre el corazón y el estómago; un lugar donde, además de las palabras que necesitabas residían todos aquellos examenes, tensiones, profesores, angustias, nervios, ganas de ser lo que hoy eres, primeros juicios, primera audiencia, además del orgullo y la confianza de tu jefe, tus compañeros, tu padre, tu madre, tu abuelos y de toda tu familia y de aquellos que te quieren bien.
Demasiada carga para un lugar tan pequeño y estrecho, claramente aquellas palabras no cabían y tuvieron que salir, que ser vomitadas, y sólo las palabras que salen de ahí, con tanta fuerza y prácticamente sin pensarlas, son las que no sólo son oídas, sino que son escuchadas y te llegan a conmover, por lo que estoy seguro que si hoy preguntamos a cualquiera de los miembros de aquel jurado, sólo recordarán tus palabras.
Te felicito por tu trabajo, y por demostrar que si realmente deseas algo, lo consigues, sea en las circunstancias que sea. Ese día colmaste tus ilusiones, y por la puerta grande, y el final de esa etapa no es más que un nuevo escalón al que subes, una nueva etapa, la de aquellos que amando lo que hacían conmovieron a los miembros de todo un jurado.
"Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad"
Antoine de Saint-Exupéry
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