YOUR WORLD


La luz caliente. El olor a café. El rastro que dejan sus labios. Ya no existen.
Llevo horas ante el monitor y noto que tras las paredes del salón ya huele la noche.
Mi imaginación lleva horas perdida entre naves, escaparates, edificios de color golosina, conferencias, una mejicana, dos chinos y una australiana, todos ellos virtuales ... pero a mi lado: nadie.
Siento que las piernas pesan del cansancio que da el reposo absoluto y necesito con urgencia la ducha que ventile tantos días con el mismo pijama.
No tengo más contacto con el mundo exterior que el cableado de internet, pero a pesar de ello he recorrido cuandos mundos he querido montado en aquello que me vendieron como mi segunda vida. Una vida en la que los complejos desaparecieron tras la primera conexión; escondido tras el caparazón del anonimato, tras un cuerpo atlético y siendo portador de un tono de piel rescatado de la paleta infinita de marrones que apliqué sobre mi avatar, me siento tan diferente que olvido cuantos sentimientos nefastos sentía hacia mi persona. Las relaciones "humanas" se esconden tras peinados a lo "grunch", maquillajes fluorescentes y conversaciones existenciales junto a la gran chimenea que poseo en mi mansión con vistas al mar color turquesa ...
Tras coger un par de galletas saladas del armario y un café con leche recupero la compañía del monitor extraplano y me pierdo en los ojos color violeta de Perséfone... ¿qué sabor tendrán sus labios?
Tecleen "SECOND LIFE" en Google ... lo que se prevee como nuestra segunda vida está en camino. No para de incrementar el nº de residentes y tampoco mi inquietud sobre ese nuevo espacio abierto de par en par a nuestra (tu) imaginación (infinita).

ÉL NUNCA LO HARIA


Intenté acercarme con el recelo que se merece un perro de su tamaño. Mi mano temblorosa accedió a rozarle levemente la zona superior del pecoso hocico; no hizo ningún ademán más que el reiterado movimiento de cola que me agredecía el gesto. En la Comisaría de Policía era la primera vez que veían a aquel chucho merodear entre los coches patrulla, pero era fácil descubrir la mirada triste de caricias abandonadas y de golpes que le hicieron perder el conocimiento seguramente en el margen de un camino. Tras más de dos horas de declaraciones ante los agentes salí con el pensamiento puesto en volver a encontrarlo. Aferrado a la esquina siguiente, sometido a cualquier esperanza que no fuera otra soledad, recibió, alzando su mirada sumisa, mi proximidad. El claxon de un camión despertó el instinto adquirido por una violencia humana, y convertido en huida me abandonó en aquella esquina. Me esperó nuevamente en la distancia y con un leve chasquido de dedos conseguí que nuevamente se me aproximara. Recompensé su obediencia y su mirada triste con una casa.

En cada mano Bernadette ofrecía a un cachorro. La elección fue sencilla, pues el cliente optó por el de sexo masculino. Bernadette preparó con entusiasmada tristeza la caja de bricks de leche vacía; un poco de agua para el viaje y un puñado de pienso de oferta; preguntó inisistentemente para quién era; mostró su antipatía al saber que aquel cahorro iba a ser un regalo; finalmente dio su teléfono y su dirección de correo electrónico, para mantener el contacto. Hacía días que no se llevaban a ningún perro y la casa ya no tenía más tejado para nuevas acogidas. Era Navidad. En el escaparate de la tienda de animales de la misma calle se aglomeraban padres e hijos golpeando fuertemente los cristales. Algunos cachorros se quejaban y otros conseguían dormir al otro lado del "quiero éste... no éste"... La casa de Bernadette no había tenido más que una visita ... La tienda de animales, un centenar de compras compulsivas.

Durante estos días tengo a los dos en casa. El primero, Yoko, vive desde que lo recogí de la Comisaría junto a un niño con minusvalía física;hoy Raul está en el hospital y reía al escuchar las aventuras de Yoko al otro lado del teléfono. Homer, lleva siete años en casa.

Dicen que tengo una sensibilidad especial por los animales. No es eso.

CON NOMBRE PROPIO

Dejó la pipa en el lugar de siempre.
Hacía días que el calor había entusiasmado sus mañanas; durante los cinco próximos meses no sentiría como el frío hurta sus manos, sus pies, su nariz,... los atardeceres también resultaban agradables encima del andamio, allí le gustaba respirar cuanto lanzaban las alturas. No vio en el espejo sus ojeras tan marcadas, y los restos del sol en su piel ya frotaban el verde de sus tristes ojos; el pelo encrespado le regaló una tregua cuando escuchó al otro lado de la ventana soplar la tramontana. Salió de casa.
La calle estaba desierta y las aceras olían a los primeros cigarrillos fumados por los compañeros. Amontonados en la esquina, pisando las colillas, le saludaron y le pidieron una ocurrencia que les despertara la primera carcajada.
Hoy tenía trabajo en el tejado y dio las instrucciones al gruísta sobre el material que debía cargar cuando llegara el camión. Desde allí vio como Pedro se resbalaba un par de veces en el tercer piso y como tres herramientas se perdían en su caída al vacío hasta dar con el suelo del patio de luces; suspiró al comprobar que Antonio no se encontraba en aquel patio.
Anotó con el lápiz de carpintero las horas de Manuel y calculó su sueldo ilegal. Le había pedido unas horas más para el próximo verano y aunque ya había demasiados trabajadores pensaba contratarlo unos meses más; Manuel tenía tres hijas y a su cargo también sus padres; apenas llegaban a fin de mes.
El gruísta cargó un montón de tablones y él le indicó que rotara hasta colocarlos a un lado del tejado. El viento le trajo un par de piropos que lanzó a alguien Pedro; se inclinó y vio a María pasar. Él la cortejó más que nadie y sonrió cuando María le envió un tímido saludo surgido del rojo de sus mejillas.
Se acercaba el mediodía y con él el aperitivo con los compañeros. Hacía calor y el casco empezaba a molestarle; continuó levantando el pequeño muro en el límite del tejado. Detrás de él, el gruísta continuaba cargando tablones, otra vez por el centro del tejado.
En la espalda, Paco, sentía el sudor expuesto a más sol. Acabaría el muro por la tarde.
El golpe fue uno, fuerte, suficiente para lanzarlo al vacío de una calle. Los vecinos avisaron a María. El gruísta salió corriendo calle abajo, sin mirar atrás. Le bastó bajar a la calle y ver cómo los compañeros rodeaban a Paco. Le bastó mirar de reojo el edificio para comprobar que aún no se habían colocado las redes que se habían pedido.

María recogió de la mano de la enfermera el reloj, la cadena y el anillo de Paco. La pipa continúa, sin utilizar, en el lugar de siempre.

En el año 1979 a la prevención de riesgos laborales aún le faltaba mucho camino para formar parte de la filosofía de empresa y escaseaban las medidas que integraran dicha prevención dentro de la propia empresa. Hoy, creo que aún faltan conciencia, responsabilidad, control, sanciones, ayudas, ... menos huérfanos para acabar con los accidentes laborales.

PRESENCIAS

Siento que está detrás de mí. Fuerzo mis pasos y alcanzo una velocidad que mis tacones en los adoquines húmedos se resiten a seguir. Sigue tras de mí. Puedo detenerme bajo una farola y mientras recupero el actuar con normalidad, siento que ya no está. Me asusto al escuchar el rugido de la persiana de la carnicería bajar y también cuando huelo la sangre resaltar en la bata blanca de la mujer del carnicero que me sonríe educadamente y me escupe una buenas noches. Mis ojos recuperan la oscuridad del día que más tarde llegué a casa después del trabajo; y precisamente hoy, otra vez, el Ayuntamiento se ha olvidado de colocar farolas hasta mi coche. En una zona que seguramente no haya sido nombrada en los manuales de Medicina pero que yo noto entre los hombros, la nuca, la etiqueta de la marca de la camiseta y en el rozar del pelo en la piel de la espalda... siento que la presencia está justo detrás de mi. Cuando entro en el coche, escojo el CD de Chambao e intento perderme en el suave aleteo de la voz de La Mari que inunda los espacios más perdidos de mi locura. Cuando alcanzo la carretera que me lleva a casa no me abrigan ya ni edificios, ni la carnicera, ni las lejanas farolas. En la oscuridad no hay nada. La música no me deja escuchar lo que siento y "pause" tampoco me está descubriendo nada. El silencio tras el retrovisor se vuelve presencia e intento dominar de un vistazo cada ángulo sin conseguir atrapar a ese nadie. El intermitente a la derecha da paso a mi salida del coche y a una búsqueda del rastro sobrenatural ... evidentemente no hay en el coche nadie más que yo ... pero juraría haber sentido, como en muchos otros momentos, la presencia reirse a mis espaldas.

Estado Civil: divorciado

Ayer no dormí bien; hoy, tampoco. Intento no tocarla, ni tan siquiera rozarla, así que toda la noche me la paso forzando posturas tan incómodas que no me dejan conciliar el sueño. Tampoco el vaivén de su olor me deja olvidar cuanto la quiero y tampoco, los papeles que veo ordenados en su mesita de noche, que mañana tenemos hora en el Abogado para firmar el convenio regulador de nuestro divorcio.
Durante muchas noches... los tacones se acercaban lentamente desde la esquina, sobrepasando las 12. Los golpes en la puerta del llavero que le regalé delataban su entrada; también su respiración, agitada, como sus movimientos. Los tacones dejaban de sonar, en un instante, había tenido la prudencia de querer caminar descalza, para no despertarme. En la oscuridad, yo localizaba el móvil para comprobar que volvía otro día más tarde que ayer; me sumergía entre las sábanas y fingía un respirar profundo, sosegado y algún que otro ronquido. Podía intuir como vagabundeaba nerviosa de habitación en habitación. Desde hacía mucho tiempo ... ya nunca se desnudaba ante mí. Fue nuestro mejor amigo quien me dijo que mi mujer frecuentaba la casa de un compañero de trabajo; también distintos bares de copas; también que les había visto besarse tras los cristales de nuestro coche. Cuando le pedí una explicación ya no encontré por respuesta nuestros gritos entrelazados, sólo la carta de un despacho de Abogados. Supongo que no aceptaba esa respuesta, pero no pregunté más y llevé a Javier al colegio.
Son las seis de la tarde y estamos sentados en la sala de espera, sin mirarnos, sin hablarnos ... parecemos dos desconocidos. La observo cuando estoy seguro que se ha concentrado en la lectura del Magazine de La Vanguardia y que no va a notar que le estoy suplicando con mis temblores que nos vayamos a casa. La secretaria nos llama por su nombre y ella se adelanta sin esperar que le indiquen qué dirección debe tomar. Cuando ocupo la silla al lado de ella soy incapaz de articular palabra, el Abogado se presenta y ...."lo normal es la guardia y custodia para ella; la patria potestad compartida; en el domicilio familiar residirán la madre y el hijo y usted dispone de cuatro días para abandornarlo; lo normal es una pensión de alimentos de "tantos" euros atendidos sus ingresos; lo normal es un régimen de visitas..." de fines de semana alternos desde el viernes hasta el domingo... conozco muy bien toda esa historia.
Creo que aquellos tres folios parte de una plantilla de Word no reflejan cuanto quiero; hoy no estoy preparado para firmar mi divorcio. Javier está a punto de salir de clase de inglés y no sé qué le voy a decir ... ella espera que estampe de una vez mi firma y su nerviosismo le da una tregua cuando empiezo a firmar el primer folio. "¿Nos conocemos?" - me pregunta el Abogado.
Al salir del despacho la corbata me aprieta y siento acelarados latidos en las sienes; me inunda un sudor que me empapa la camisa ... en realidad no sé qué he firmado y me repito que mis sentimientos por ella no me han dejado pensar ... y recuerdo que yo también conozco a ese Abogado ... compañero de profesión.

MEN


El azar, con él, no escogió con serenidad ni tampoco meditó cuantas veces todos los demás hubieran querido. Nació diferente y la diferencia le fue reprochada sin darle turno de réplica. Él fue quien, armado del látigo de su soledad, mayores castigos se colocó en los pantalones.
Si a quien ilumina con luces de néon la diferencia, yo le pidiera una definición de ella, estoy segura que en su discurso no podría abarcar todas y cada una de las variadas marcas que el destino ha grabado en cada persona ni tampoco justificar porqué ciertas diferencias destacan, a su parecer, entre todas las demás; ni tan siguiera justificar porqué ha grapado connotaciones negativas a esa diferencia que hoy le pido definir.
La diferencia es en si misma infinita, y como infinita, es imposible de definir ni el concepto ni sus límites; en ella no existen virtudes, ni defectos, ni la podemos atrapar con luces de neón de un rosa intenso...no existe discurso que permita dar un tratamiento injusto a una diferencia por el mero hecho de serlo, pues fue el azar quien se encargó de lanzarla, como tantas otras, al vacío.
Me conmueve mucho más que la posible crítica, ver cómo él se coloca por obligación en la solapa lo que él llama "su diferencia", sabiendo que le resulta hoy más que nunca un lastre del que posiblemente mañana no podrá tirar con fuerza. Las ganas de luchar se las han robado, con una violencia insólita; a su ilusión le han perforado las entrañas con afilados dardos cargados de puntería; su futuro se transforma porque quien le colocó las alas para enfrentarse a su secreto se las llevó durante aquella noche de luna llena.
El tiempo traerá en sus minutos un carro cargado de alas para que él, con su diferencia a la vista de todos, escoja las de aquel amante, diferente como él, que le ofrezca todo lo que el tiempo le ocultó en un juego absurdo. Sería injusto que también el azar no dejara que ellos, frente a todos, resolvieran con normalidad el crucigrama de sus sentimientos.
De un tiempo a esta parte he podido ver cómo son las raíces de una incomprensión sin argumentos. Cuando él se enamoró de D. se agotó explicando quien "realmente" era, desnudando su intimidad frente a todos, pensando que dejaba en el camino ese tipo de huellas que jamás se borrarían. Pero se equivocó, porque de eso ya hace más de un año, y aquellas huellas las ha recubierto la nieve, la hipocresía y su propia incertidumbre; D. ya no está, y parece que ni él es quien fue. Ante las exigencias de los demás, de los próximos y de los conocidos, vuelve a sentarse en aquella esquina y va cubriéndose, poco a poco, el rostro con las manos...

QUE ELS TEUS SOMNIS DE MARINER ARRIBIN A BON PORT


Moguts pel soroll del vent han arribat al mar amb la boca plena dels crits retinguts. L'aigua els ha insultat a la cara i ells s'han encarat amb les seves petjades d'adolescents des de la roca més propera. Han jugat a no mullar-se, però una i altra vegada han perdut la partida. Un d'ells riu perquè l'onada ha fet seva la tramuntana que per allà passava i ha descarregat un nou insult d'aigua freda amb una ira inesperada. Ell també riu perquè als llavis l'onada li ha deixat una mica de la seva sal i, enganxada, la ploma d'una gavina que fugia d'una corrent d'aire. El sol ha mirat entre els prims núvols i ha vist que a un d'aquells nois se li trencava la mirada en veure aquell vaixell passar; ha vist com s'entusiasmava en el seu repte amb el mar i com, al costat dels amics, començava a sentir el somni de tocar un futur muntat en el moviment etern de les marees. Parat en aquell simulat port de roques, mullades les sabates, els texans, els calçotets i la sudadera, regal de l'anniversari passat, ha demanat una altra vegada el seu desig de futur, sense saber que el sol l'espiava i que la tramuntana aquell dia rescatava de l'aire desitjos.
Quan baixava al passeig l'aigua el mullava per tots costats i una sensació de fred li ha fet començar a còrrer fins a casa seva. Sabia que arribava tard a classe de física però ha perdut més segons del compte a la seva habitació batejada dies enrera amb la placa daurada de "camarote", tancant els ulls, rescatant la sal dels seus llavis i deixant que la humitat blau marí travessés la seva pell. La maqueta del vaixell està encara per acabar i el simulador de vaixells que s'ha comprat per l'ordinador no li funciona ... avui no ha controlat l'escomesa del mar i no ha entés les maniobres d'aquell vaixell de pesca ... torna per la pujada cap a l'institut recordant que el mar demà també només l'espera per jugar ... oblida que la tramuntana s'ha emportat el seu desig, i que voltarà el Mediterrà buscant port pel mariner que no para de somiar.
És fàcil continuar gaudint cada dia de la meva professió quan tinc a persones com ell al meu costat, que és capaç de no aturar-se mai, ni quan en aixecar la mirada l'horitzó sembla desaparèìxer.

VENDO LANA


Me he resignado y me encuentro en disposición de aceptarlo ante quien me lo pida... los Abogados somos como una maraña liada y reliada de lana gruesa negra e infinita .... como lo diría.
Las marañas de lana que mi madre abandonaba de vez en cuando en aquel armario se volvían por el solo hecho de estar allí, inutilizables e insalvables, y jamás llegué a comprender cómo era posible que se liara la lana de aquella manera, en sí misma, en sus "adentros", una y otra y vez. También recuerdo ahora que, cuando el calor aprieta, un jersey de lana negra molesta, y mucho, porque se pega, pica y porque por más que quieras no te lo puedes quitar: o bien no llevas ninguna prenda debajo más que el sujetador o la camiseta que te has puesto ya las has sudado tanto que está arrugada, húmeda... la cosa está en que te toca quedarte con el jersey de lana puesto, sin más remedio.

Pues la comparación parece absurda, pero es del todo cierta.

Cuando tienes el "poder" de asesorar, de orientar, de ofrecer una posibilidad entre muchas ... me pregunto por qué hay un empecinamiento de los letrados en "dejarse llevar" por el odio, la venganza, el rencor, la envidia, la desesperación del cliente ... en vez de quedarnos con un trocito de lana porque hemos decidido cortar (en virtud del criterio aprendido y del instinto adquirido) ... nosotros, hacemos la madeja ... bien grande ... y claro, el Juez la ve y a veces, no logra entender nada. Yo, tampoco, cuando tengo a ese Abogado "madejero" enfrente.
Bastante tenían ellos hoy con una convivencia insoportable; bastante tenía él con una denuncia absurda que se catalogó en su día de "violencia doméstica"; bastante tenía ella que le sobraban psicólogos y grandes expertos arquitectos de mentiras; bastante tenía yo, que a mi hoy me sobrababa hacer de aquel asunto una madeja de lana negra. Demasiado calor para un 30 de octubre.
Se ha propuesto por el Letrado, después de un mes de procedimiento, y cuando ya empezábamos el juicio oral, la práctica de tres pruebas que, dicho sea con todo el respeto que se merece mi compañero, no servían para nada: un testigo de última hora al que nadie había hecho referencia en todo el mes (a eso, en la jerga de los Juzgados, se le llama aportar un testigo mentiroso); un psicólogo más para la colección de su clienta; y, una nueva valoración de las lesiones de su cliente (¿una más?, pero si tenía una pequeña mordedura en el labio superior). La Juez ha preguntado insistentemente el motivo de esas "superpruebas" (palabras textuales) que iban a suponer un retraso innecesario en el procedimiento; al Abogado se le ha escapado una sonrisita de medio lao. La Juez se ha quedado con el jersey de lana negra puesto; mientras, el sol la observaba insistentemente tras la ventana. Yo me he sentido (pues más de lo mismo) impotente por alegar cosas justas y no obtener la merecida razón.
Ellos nos piden una solución para su asunto pero no saben que la solución es la que ellos puedan darse con una pizca de tranquilidad, unos granitos de olvido y unas hojitas de madurez. Aquí los abogados, si no trabajamos al mismo son, enredaremos y enredaremos, y no habrá jamás una justa solución y llenaremos los Juzgados de Jueces que no nos entienden.
Por cierto, tengo un tema entre manos...pero me guardo la prueba sorpresa para el día del juicio... cachis, no tengo localizado el testigo ... tendré que pedir la suspensión otra vez (y vamos por la quinta).

... QUE TENEMOS QUE HABLAR DE MUCHAS COSAS, COMPAÑERO DEL ALMA, COMPAÑERO

El silencio y la sola presencia de la soledad hoy me han arrancado una sonrisa. Tras de mi, nadie. Ante mi: nadie. A pesar de ello, ese vacío que hoy acojo con una ya conocida devoción, se torna de colores, se nubla de él y de ella, se moja de sus lágrimas; y, de fondo, oigo su voz.
La mayoría de las veces disfruto apartando esa soledad, como si de una cortina se tratara, para sentir que todos están ahí, a pesar de que hoy me dice alguien al oído que ya las amistades no son como las que tuviste ayer. Hoy, ese alguien me ha mentido; mientras "alguien" hablaba, he abierto con disimulo mi maleta de "hoy" y me han aparecido múltiples clichés de imágenes de todos los que son (presente de indicativo) mis amigos.
Él, ella, tu, vosotros y tu también... me dan conversaciones hasta la salida del sol, descansos cuando no puedo más, un bailoteo, un sentirme útil, un feliz cumpleaños, una ayuda a tiempo, un consejo, un contestar al teléfono, un sí, un café, una fotografía para mi álbum, un sábado por la noche, unas lágrimas cuando no tocan, un jueves cada semana, un bis de un recuerdo, un lametón y un mover la cola cuando vuelvo a casa, un "este fin de semana venimos", un desayuno a cuatro, una invitación eternamente abierta cada sábado noche, una visita inesperada, un "esta es tu noche; hago yo la cena ..."
Me he mirado en los bolsillos y he visto un puñado de amigos: los hay de mi sangre, de la sangre de él, los de siempre y también los que el chispazo de una varita puso en mi camino; porque amigos son todos aquellos a los que siento como tales en un día como hoy en que me ha dado por mirar a través de la cortina... mira tú la tontería.

SRES. Y SRAS. DEL JURADO...

Es curioso como en un instante... en una milésima de segundo, puedes recuperar la sensación, el olor, la ilusión y el nerviosismo de la primera vez. Cuatro meses después vuelvo a reencontrarme con el procedimiento del Tribunal del Jurado ...
No sé qué le llevó a decidir que yo haría las sesiones del juicio oral de aquel asunto; hoy sólo valoro el recuerdo de haber vivido los mejores momentos de mi vida profesional. Cuando he coincidido con compañeros que están viviendo la experiencia se me acelera la respiración y siento una envidia tan sana como sólo una pura envidia puede permitir.
La elección del Jurado fue pretender convertirse en la psicóloga que no soy. Quién puede tener el secreto de elegir a quien te dará la razón... Ese mismo día todos los miembros reorganizaron su vida por quince días ... "avui no m'espereu per sopar" y mi emoción superó los límites de cuanto había imaginado.
Alguien me ha dicho más de una vez que eso del Jurado no lo ve muy claro... hay que vivir y sentir cuanto significa y confiar en el criterio de todos los miembros, un criterio lógico, meditado y humano, sin duda alguna.
Recuerdo casi todos los días de los quince... pero no recuerdo ninguna noche. Entrar en casa, repasar las pruebas del día siguiente y quedarme dormida en el sofá. Repasé el esquema de mi informe en el undécimo día, con dolor de pies de tanto caminar intentando memorizar cuantos puntos quería tratar...lloré en las escaleras de la catedral cuando sentí su voz al otro lado del teléfono, por sentirme lejos de ellos, un poco sola, y por sentir, a base de latidos, que había conseguido cuanto quería.
Gràcies Lluis.

BATA NEGRA



Ésta, larga que me arrastra; ésta, anchísima; ésta, me van larguísimas las mangas; ésta, me da mucho calor; ésta... uf¡ APESTA¡.

Al salir de la Sala de Togas ya noto que, a pesar del rato empleado en la elección, la que he escogido también huele fatal y hoy voy de Acusación Particular por lo que me toca estar al lado del Ministerio Fiscal ... tendré que disculparme por el fuerte olor ...

Llego al Juzgado de lo Penal nº Cinco y casi no puedo abrir la puerta entre la cartera, el bolso y ...la dichosa toga. La indumentaria que le corresponde a mi uniforme enlutado ... camisa blanca, corbata o lacito... está muy bien ... pero, hoy me he puesto una camisa color pistacho con una que otra florecilla.

Bueno. Me siento. Coloco el expediente. Saco el bolígrafo. Me disculpo ante el Fiscal ... no soy yo, es la toga ... Me levanto y me la coloco. Las mangas me van un poco largas y tengo que hacer un par de dobleces. Dios mío... qué olor. Y el juicio va para dos horas.

La toga es un símbolo que iguala a Fiscal, Juez y Abogado y es considerado símbolo de país democrático. Su origen lo encontramos en Roma pero a pesar de los años también es atuendo querido y deseado por muchos profesionales que, manos en los bolsillos, recorren pasillos, salas de vistas y hasta las aceras de los Juzgados cigarrillo en mano. Es uno de los tantos símbolos que pretenden engordar aún más el ego de todos ellos, y ahí dentro, a base de sudar y sudar, se crecen ... pero es que luego llego yo, que ni me paseo, ni fumo, y no me queda otra más que acordarme del olor de todos ellos y de las rancias costumbres de protocolo que, por rancias, ya no deberían existir. Un mínimo de decoro en el vestir ... nada de bañadores ni bermudas (que los hay que se han presentado así en estrados), ni escotes wander-bra, ni alpargatas playeras,... creo que es suficiente. Las diferentes alturas de las sillas y tarimas de jueces, magistrados, abogados y fiscales, las banderas, las fotografías del Rey, la solemnidad de los discursos, el lenguaje arcaico, el mal día de un Juez, los temblores de un testigo, las mentiras de un acusado, la verdad del perito... a todo eso le sobra ya la toga porque creo que me decora en demasía y porque no necesito más perfume que el que él me regaló.

BUENAS TARDES A TODOS, MENOS A UNO

Hoy la habitación 810 puede que esté vacía ... En ella hoy siento que quedó una parte de mi y creo que la de todos los que por allí pasaron. Impersonal, como todas las demás; sin que se adivinen en sus paredes los restos de su humor envidiable. Hace apenas dos días apreté su barba pelirroja, fuerte, contra mis labios e intenté darle las fuerzas necesarias para que el dolor no transformara ni un día más su expresión.
Hoy la habitación 810 lleva su nombre, pero su recuerdo es mucho más que la única presencia, pausada e injusta, de su dolor. Él era capaz de ocupar absolutamente su tiempo y pensamiento en ti; de escoger múltiples minutos para compartir una charla y un "cortao"con leche frita; de escuchar únicamente; de entregarse absolutamente a una buena comida con un grupo de amigos donde él, siempre, era el denominador común, aglutinador de todos; y, capaz como nadie, de defender a quien bien quería.
Hoy le he despedido con una mirada manchada de lágrimas porque no podré escoger carreras por los pasillos tras su timbrazo del domingo, ni días sin sus llamadas, ni días sin su compañía porque todo eso ya me lo envió el pasar de las horas sin yo quererlo.
"Hoy" me ha dejado, clavado con chinchetas, el recuerdo de los blancos guantes y los honores de sus compañeros tras el compás de una música que no he escuchado. Hoy le echo de menos entre todas las miradas de Pedro, Marta, Maite, Adolfo, Lluis, Josep, Carmen, Kiko, Ricard, Marta S.O., Mercedes y Anna, que hoy, como jamás veré, he visto, como la mía, manchadas de lágrimas.

AVUI NO M'ESPEREU PER SOPAR


"Una més i hauràs d'entrar. Avui l'has fet. Avui ja van dos vegades. Ja saps que entraràs a presó?". La veritat: avui, em sembles massa dur. Si tu, Codi Penal o ... Legislador, tant és.

Tu no l'has vist tremolar a garjoles i tampoc els ulls vermells del seu marit. Avui els nens no han anat a l'escola i l'àvia encara no sap què passa, el cotxe té més de sis multes de la zona blava i a la feina pensen que avui no s'ha trobat bé. Ell no s'ha dutxat perquè l'ha estat esperant tota la nit a la porta de comisaria amb l'esperança de poder parlar només un minut amb ella i dir-li que ell està allà. Ella, tampoc s'ha dutxat. A comisaria no hi ha dutxes. Tampoc sabies que aquesta nit mentres la detenien li ha baixat la regla i s'ha hagut de canviar als lavabos de comisaria amb la porta oberta mentres un agent de policia li demanava "ràpid, que és el canvi de torn" a l'altre costat.

Tampoc saps que està calmada i que les manilles no li fan falta. Per no saber ... tampoc que ha travessat el jutjat sencer per arribar al despatx del jutge, amb unes sabates sense cordons que li ballen un rock a cada pas, que ha ensopegat i no ha pogut controlar la caiguda perquè li han anul.lat les mans. Que quan passava, dos nens amb mocs a la cara, un estafador, un violador, un il.legal, un funcionari de correus, dos sindicalistes i el seu marit se l'han quedat mirant. Saps que va baixar la mirada? Saps que va poder sentir que la pudor que sentia venia d'ella?

Ahir no va donar positiu a la prova d'alcoholèmia perquè no la va arribar a fer. No era capaç de mantenir la respiració els segons que els agents l'indicaven. Va interrompre la prova tres vegades i avui el Fiscal escriu que va desobeir les ordres dels agents, que no anava en condicions de conduir perquè els agents diuen amb una "x" a cada casella de l'Acta de Simptomatologia que tenia "pèrdua de reflexos, parla pastosa, pèrdua de la verticalitat". La seva amiga li ha dit al Jutge que no havia begut i que no hagués permès en cap cas que la seva amiga conduís si en realitat anava en aquell estat; que únicament es va posar molt nerviosa, no va saber bufar i els agents es van alterar cada vegada més amb ella i ... és igual... els agents han marcat les "x" suficients perquè el cas estigui perdut.

Això sí que ho saps: entrarà a presó perquè té antecedents penals pels mateixos delictes. Va ser condemnada una vegada, fa un any. Suposo que no ha d'haver cap altre mesura que t'agradi més, que trobis més raonable i més proporcionada a aquest cas ( a ella), que l'omnipresent pèrdua de llibertat.

NI CONTIGO NI SIN TI


Hace ya más de una semana que no sabe nada de Él. En el antebrazo y en el muslo aún tiene restos de un violeta intenso. El móvil de Él en la mano. "Ni siquiera se lo ha llevado". En la cara, unos ojos que son incapaces de esconder su amor; en su boca un "no lo pedonaré nunca más". Y la tristeza envuelve todos sus gestos. Sabe que aprovecha los momentos en los que ellos no están para entrar y hacer desaparecer todas las huellas de su regreso. Vuelve a tener un miedo intenso. David llora mucho y parece recriminarle en cada quejido que venga tantas veces a verme.
Recojo sus propuestas firmes ... pero sé que mi trabajo es inútil porque mañana vendrá y dirá que ha vuelto a casa y lo tendrá muy claro, continuará ayudándole.
En el Juzgado, un expediente abierto. Dos peticiones de 18 meses de cárcel cada una; una pequeña reclamación económica. La orden de alejamiento ya la retiró hace meses. Sabe perfectamente cuanto tiene que hacer para que a Él no le pase nada: no declarar en el juicio. Pero no sabe qué tiene que hacer para que no la mate.
Hoy ha encontrado preparado un hilo de acero y un destornillador. Hace días un martillo escondido en los contadores de la luz.
No tiene trabajo; no tiene capacidad de escuchar a su familia. Tiene 20 años y un hijo de dos años. un infinito "no saber qué hacer" y un Juez que ya no la cree.
Desde que entró en vigor la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género las denuncias por malos tratos han aumentado sobrepasando toda predicción. Si en un primer momento la protección judicial era inmediata ahora la duda fundada vuelve a amparar al acusado. Demasiadas denuncias retiradas con una simple comparecencia judicial de ella; demasiadas mentiras de algunas víctimas para conseguir una mayor protección; demasiados hombres que tras varias detenciones han conseguido demostrar su inocencia.
Aquella Ley se consideró un éxito. Varios ya dudamos de su eficacia. Tras prácticamente dos años de su aprobación creo saber que las relaciones sentimentales no pueden nunca encontrar sus respuestas tras las puertas de en un Juzgado.
Esta tarde vuelve a visitarme. Habíamos quedado en iniciar un proceso urgente de separación. Le recomendé cambiar las cerraduras de la casa para evitar que Él entrara en casa mientras dormían; sabía que eso un Juez o la Policía, en breve, se lo iba a recriminar.

IMPACIENT

Aquell inici de curs va ser fantàstic. Havia compartit amb la Yoli una tarda sencera. Tornàvem a casa satisfetes per la compra d' aquella jaqueta de llana groga que compartiríem, aquells pantalons blau marí, aquelles sabates marrons que a mi m' anaven grans ... a l'escriptori tot el material preparat des de feia dies. Dos dies després començaríem la facultat.

"Esta niña, de mayor, periodista o abogá. No calla ni bajo agua". Suposo que de tant repetir-me la "dichosa frasecita" la "niña" va decidir. Va ser una decisió estranya, perquè no van haver dubtes. Ho tenia molt clar. No sé què veia en aquesta professió, però ho tenia molt clar. Ni pel.lícules ni llibres relacionats amb el mòn; no els he suportat mai.

Començar no va ser fàcil perquè entre tots aquells llibres caríssims no acabava de trobar allò que buscava... Dret Penal, Dret Civil, Dret Constitucional... però, on està l'acusat? i un judici? i una sentència? i una demanda? i com he de parlar? lo de la venia encara es diu? Mil.lers d'estudiants de Dret cada any buscaven feina; molts es decidien a opositar; molts deixaven la carrera; la passantia era el nostre pa de cada dia; la professió d'advocat cada vegada menys valorada, ... i quantes vegades vaig passar pels Jutjats imaginant-me darrera dels finestrons cartera en mà amb la pressió insuportable d'un bon assumpte a les meves mans ... "Però és que jo tinc tanta il.lusió. Això segur que pot amb tot" - vaig pensar mil.lers de vegades. I va poder.

Avui la pluja i l'encàrrec de la compra d'un ordinador portàtil per una estudiant de Dret m'han portat aquells records. Avui els estudiants es preparen amb maletes, bosses, material, viatges, ... Avui, fa uns anys, jo estava impacient; espero que ells també.

LLANÇAMENTS

He anat a pocs llançaments a la meva vida professional. Avui a les 10.00 era tot just el segon al qual assistia. Dos agents dels Mossos d'Esquadra, la Procuradora, personal del Jutjat, jo i el client. Després de mesos lluitant per recuperar el seu pis havien arribat al Jutjat un joc de claus d'una de les ocupants del pis; de l'altre ocupant, només sabíem que no volia abandonar el pis tot i els requeriments judicials.
Cinc tocs a la porta .... sembla que no hi ha ningú. És el manyac qui s'avança introduïnt la clau ... "Una vegada ens van amenaçar dient que estaven armats i que marxéssim o dispararien ..."- diu un agent. Ràpidament el manyac es retira de la porta i dóna pas als agents ... "per això estan vostès aquí, no?". Els agents entren i inspeccionen els escassos 30 metres quadrats. Només una llum encara encesa, però no hi ha ningú. Un petit pis, amb una decoració exquisita, unes reformes dignes de revista. Això sí, maletes, bosses i més bosses tancades amb candaus, matalassos, escombraries, roba interior bruta i escampada pel sofà, el llit, sandàlies, ... tot mínimament recollit per marxar. Nosaltres hem acudit puntuals a la cita, conscients que tot allò es considerava des d'aquell moment abandonat ... la propietària podia fer amb tot alló tot lo que la ràbia li permetés. Sis mesos de lloguer i mútiples factures impagades, destrosses al mobiliari, persianes destrossades, parets brutíssimes, electrodomèstics inutilitzables ... "Aquest pis estava perfecte ... tot just fa un any que el vaig llogar. El vaig decorar i reformar amb la meva mare. Ella li va posar molta il.lusió. Venia a estones i va escollir la pintura, els mobles i els quadres. Fa un mes que ella va morir. Qui em compensarà a mi tot això?". Una bossa darrera d'una altra, una, cinc maletes, bosses de menjar,... han baixat d'aquell setè pis en direcció a tots els containers de la zona ... en ells ella ha buidat tot el contingut i les tapes dels containers les ha deixat obertes... "plourà, no? Si arriben a descobrir que tot està aquí, que ho trobin tot fet malbé". Quan ja li faltava l'aire, ha agafat un petit paper i ha fet una interminable llista de coses a comprar per tornar a fer el pis habitable ... El manyac ha cambiat el pany; "encara que ... si volen, veu aquest desnivell de la porta? ... poden llençar betzina i calar foc quan vegin que no poden entrar". Ella ha baixat tres maletes més als containers ... quan ha pujat ha preguntat "vostè creu que ho faran? I que hauré de fer jo? Podré anar als Mossos si em molesten? Podré recuperar-lo tot?
Jo sé que serà difícil, molt difícil ... les noies a les què va llogar el pis no treballen ... no trobarem béns per embargar ...
Els Mossos li diuen que els guardi els objectes personals ... les funcionàries del Jutjat que guardi les coses al portal que no es mullin ... la seva ràbia ha pogut més ... " el Jutge em permet fer lo que vulgui, no? - ha preguntat, "" - hem contestat.

HABITACION 810

6, 7, ... Planta 8. No apartaba su mirada de mí y en mi espalda aún sentía los restos de su aliento. Sin quererlo me dio más abrazos que en toda su vida, y queriéndolo se convirtió en mi escudero más fiel. Se adelantó al salir del ascensor y ojeó furtivamente todos los paneles de información... 8... 8...10 ¿no? Me arrastró tras sus decididos pasos y me dejé llevar. Me latían hasta las pestañas y en las de él absolutamente toda mi cobardía. Me dejé llevar envuelta en un interminable silencio y respiré, respiré y me ahogué en mi pretendida e incuestionada decisión. Escogí todas las palabras y los gestos, uno tras otro... pero la 810 me los borró sin avisar. ¿Qué podría yo ofrecer más que mi compañía silenciada? Él se adelantó otra vez y prestó su mano cordial en la distancia que marca un conocido, pero retrocedió y me dio paso, mantuvo su mirada en mi ... uno, dos segundos ... descubrí que sonreíamos y que me esperaba.
Hoy he vuelto a visitar la 810 por tercera vez, sola. Con decisión abordo cada esquina; cuando logro recuperar su aliento en mi espalda traspaso el otro mundo y logro besar su cara. No sé aún para qué ... pero me tiene otra vez aquí.
Una vez aquí avanzo entre todos con una mirada reseca, observando a lado y lado con una inseguridad "machita", sin encontrar definición a mi tristeza. Ya los silencios no me sirven y los ojos y los hombros de los demás tampoco; se humedecen y se debilitan en cada conversación y los míos empiezan también ya a no dejarme ver... será el pasar de los días que no retrocede ni por un instante, ni por un instante, ni por un instante ... un momento, por favor, que es mi amigo y necesita aliento.

MENS REA

Mens rea ... actus non facit reum nisi mens sit rea. L'acte no farà a la persona culpable a menys que la ment sigui també culpable.